Palabras por el mundo

lunes, 13 de febrero de 2012

CONCURSO ENERO

Hola a tod@s!

Hoy os dejo aquí el último texto que he utilizado en el concurso que organiza la wed http://elrelatodelmes.wordpress.com/. Esta vez no he pasado de la primera ronda, pero aún así me siento orgulloso de escribirlo.

¿Año nuevo, vida nueva?

Año nuevo, vida nueva. Eso fue lo que pensó Javier al despertarse. Era un dos de enero a las doce de la mañana. Fuera lucia el sol de invierno. Ese que casi no calienta, pero que abriga el frio y alegra el alma. Javier se levantó, fue al baño, lavó su cara y se mesó la barba. Por un momento pensó en afeitarse. Pero no se veía con fuerzas. Así que se dirigió a la cocina y preparó la cafetera para hacerse un café. Mientras tanto y para esperar que el café se hiciese, se dirigió al cenicero del comedor. En él siempre dejaba un cigarro a medias de la noche anterior. Lo miró, lo cogió con su mano y pensó.
·         “Año nuevo, vida nueva. Este año dejo de fumar”.
Mientras pensaba esto. El café subió con tanta fuerza, que parte de él se fue para fuera. Así que Javier se dirigió al fregadero y limpió el desperfecto.
Para tomar el café decidió ir al comedor e encender la televisión. Pero algo en él le decía que hoy no era el día. Así que decidió ducharse y pasear a su perro. Normalmente este paseo mañanero no duraba más de cinco minutos. Pero hoy se sentía bien, y decidió que la vuelta no fuera solo unos pises, sino un paseo en toda regla. Paseando por la manzana, hecho su mano al bolsillo buscando la cajetilla. Pero recordó que hoy no era el día. Año nuevo, vida nueva… Así que decidió llamar a Marga. Marga era una especie de novieta, no tenían nada serio. Compartían su cuerpo en días de aburrimiento, veían películas juntos y alguna que otra vez tomaban algo e intercambiaban palabras.  Hoy sus intenciones eran distintas, quería pasear con ella, comer y tal vez compartir toda la tarde de domingo,  como si fueran una pareja más.  Dejó sonar el móvil unos cuanto tonos, pero Marga no lo cogía, y  extrañamente esto el inquietaba.  Pero al final escucho algo.
·         Xsdaerad, ¡Hola! ¡Hola!! ¿Hay alguien ahí?
Javier rápidamente contestó. Acelerado y nervioso.
·         Si, siiii. Hola soy Javier… es que… no nada, estaba paseando con Gordo… y no sé… ¿qué haces hoy?
Marga espero unos segundos para contestar. Le extrañaba esta nueva actitud de Javier, pero bueno. Él era así, aunque muchas veces se mostraba seguro,  cuando era algo importante o algo a lo que no estaba acostumbrado se solía mostrar titubeante e inseguro. Aun así ella no tenía que hacer hoy. Po eso su respuesta fue positiva.
Ahora Javier estaba rebosante de alegría. No sabia porque, pero la verdad. Es que quedar hoy con ella podía ser algo de lo más importante en su relación. Hoy se sentía confiado, en su mente una sola frase. “año nuevo, vida nueva”.
Con esa mentalidad positiva, habían pasado las horas. No fumó un solo cigarrillo en todo el día. La comida fue estupenda. El paseo anterior fue de lo más romántico. Todo estaba a ser perfecto. Ahora se encontraban los dos, tirados en el sofá. Con el estomago lleno, tapados con el calor de la manta,  relajados con la televisión. Estaba siendo un domingo de principios de año estupendo.

Javier bajó el sonido de la televisión. Cogió de las manos a Marga le miró a los ojos, y le dijo:
·         “te quiero. Te quiero y quiero que pases el resto de mi vida conmigo”.
A Marga estas palabras le sorprendieron. No sabía muy bien que contestar. Esta era una situación nueva, además Javier nunca mostrara muestras tan grandes de cariño hacia ella. Pero recordó todo el día. El paseo con Javier y Gordo, la comida… la verdad es que podría acostumbrarse a ese tipo de vida. Además ya llevaban mucho tiempo siendo ese tipo de amigos especiales.
Así que Marga se acercó lentamente a Javier y se unieron un beso. Un beso que rozó lo infinito, lo tierno. Estaba claro que este beso, era la respuesta positiva que Javier necesitaba a tal proposición.
Pasaron las horas, se hizo de noche y llegó la hora de dormir. Javier invitó a Marga a pasar la noche en su casa. Esa noche compartieron cama, pero sin juegos previos. Y a la mañana, sonó el despertador. Javier se levantó, fue a la cocina y preparó un desayuno especial. Lo puso en la mesa de la cocina. Despertó a Marga y desayunaron juntos. Marga se fue a trabajar y Javier que hoy tenía turno de tardes, se duchó. Cuando se estaba secando con la toalla, se miró al espejo y mesó su barba. Y pensó. Año nuevo, vida nueva. Cogió espuma y una cuchilla, y se afeitó.

La historia de este dos de enero pudo acabar así. Pero algunas veces el destino es caprichoso, y nuestras intenciones aunque buenas acaban siendo inútiles. El pobre Javier no se libra de esta situación. Así que volveremos a un punto concreto de  esta historia.
  Javier bajó el sonido de la televisión. Cogió de las manos a Marga le miró a los ojos, y le dijo:
·         “te quiero. Te quiero y quiero que pases el resto de mi vida conmigo”.
A Marga estas palabras le superaron. Cierto era que el día fue perfecto. Pero la verdad es que Javier y ella tenían una relación de años. Era verdad que esta no era una relación común, pero era ya en sí, una relación.  Una ecuación perfecta, sin sentimientos ni tonterías.  Una relación basada en el buen royo. Sin promesas absurdas, y por muy perfecto que fuese el día, hoy no había cambiado nada.
Así que Marga se acercó lentamente a Javier y le besó en la frente. Fue un beso corto y cariñoso. Estaba claro que este beso, era la respuesta negativa que Javier no quería,  pero él se resignó.
Pasaron las horas, se hizo de noche y llegó la hora de dormir. Javier invitó a Marga a pasar la noche en su casa. Ella aceptó, esa noche compartieron cama. Sudaron, se acariciaron y Javier se quedó dormido. Marga se levantó, se vistió y sin hacer ruido se fue de la casa, sin despertar a Javier.  Llegó la mañana, Javier se levantó, comprobó que Marga ya no estaba. Fue a la cocina y se preparó un café. Mientras este se preparaba, fue al cenicero pero estaba vacío. Así que apagó la cafetera, se duchó y bajo al bar a desayunar. Allí compró una cajetilla de tabaco, y tomó un café. Y mientras leía el periódico pensaba. Año nuevo, vida nueva… 

2 comentarios:

  1. MUy bueno. Algún error de expresión superable pero me gusta la idea de "lo que pudo ser y no fue ". MOla!!

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  2. GRACIAS!!
    no sé, considero que la vida es así. Un terrible " lo que pudo ser y no fue"
    al principio pensaba dejar un sólo final. pero me gustó la idea de mostrar los dos finales.

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