Palabras por el mundo

lunes, 30 de septiembre de 2013

Confesiones


 Confesiones

Hoy 30 de septiembre del 2013, me confieso ante vosotros. Por respeto, por gratitud. Porque sois mis lectores. Personas de distintas edades, sexo y origen. Pero que cada día leéis mis relatos o poesías. Haciéndome sentir, un hombre afortunado.  
Confesión número 1:
 Mi nombre verdadero es: David Fernández Villares. Mi edad 27 años. Nacido y residente de Burela, Lugo. Galicia, mi hermosa y preciosa Galicia. Tierra de meigas y meigallos. Y como no, de grandes personas.   
Confesión número 2:
 Intento ser una buena persona, pero tengo una personalidad “canalla”. Soy nervioso por naturaleza, inquieto y no soy capaz de estarme parado un segundo. Nunca he sido el alma de la fiesta. Pero por mi personalidad canalla… Siempre acabo haciendo alguna de las mías. Lo que suele resultar gracioso para el que me acompaña. Eso sí, mi buen carácter hace que sea servicial e intente tener siempre una mente abierta y compresiva hacia los que me rodean.
Confesión número 3:
Soy adicto al café y me encanta fumar (Lo he dejado… pero fumo esporádicamente).   Confieso que de pequeño odiaba el sabor del café. Pero ahora, no puedo pasar un día sin tomarme algo de café (Mínimo un litro) Con el tabaco… algo muy parecido. Fumaba mi padre y lo odiaba. Pero ahora… bueno soy yo el que disfruta fumando. Es más, me encanta el sabor y la sensación de fumar.  
Confesión número 4:
Soy extremadamente cabezota. No me rindo nunca, intento siempre conseguir lo que me propongo. La rendición no es una virtud, por eso intento no rendirme nunca. Superar frustraciones y miedos,  es una de mis pasiones.
Confesión número 5:
No soy un buen lector. No significa que no lea, me gusta leer. Pero tiendo a aburrirme. Me gusta pensar que yo lo podría hacer mejor. Algunas veces pienso que es afán de superación. Pero muchas veces considero que es soberbia, mi propia soberbia. Y esta ahoga mi espíritu lector.
Bueno, esta es mi ración de confesiones por hoy. Gracias por leerme todo este tiempo. Y fuerte abrazo de este Loco Soñador.
Si os gustan estas confesiones y queréis más. Solo tenéis que pedírmelas. Podéis preguntarme lo que queráis. 



jueves, 19 de septiembre de 2013

Ojos azules


Cuando el tiempo apaga lo vivo.
Cuando lo que latía yace sin vida.
Cuando el respirar torna en imposible.

Es el momento, toca despedida.
Decir de corazón; “adiós”.

Ya no existe otra expresión.
Ya nada puede expresar tal marca.

Pues nuestros ojos, ya no se verán.
Pues nuestras palabras, ya no se cruzarán.

Ahora solo toca esperar.
El reencuentro de dos almas
En un cielo no tan lejano.

En donde tú descansarás.
En donde tú regalaras.
Todas aquellas sonrisas
Que tu rostro, siempre reflejaban. 

jueves, 12 de septiembre de 2013

Como cada día


Como cada día.
Renuevo mis votos.
Porque en ti, confío.
Porque contigo, me siento seguro.

Como cada día.
Renuevo mi amor.
Porque así, lo siento.
Porque yo, te quiero.

Como cada día.
Renuevo  mi sonrisa.
Porque sé, que la necesitas.
Porque sé, que te da alegría.

Como cada día.
Renuevo mi fortuna.
Porque fausto, me siento.
Porque agraciado, me creo.

Como cada día.
En el resto de nuestras vidas.
Yo, Loco Soñador a ello me comprometo.
Porque yo, TE QUIERO. 

lunes, 9 de septiembre de 2013

Apadrina un poeta


Apadrina un poeta.
Él te lo va agradecer.

Su alma te regalará
Sus ojos te prestará
Su alegría compartirá.

Apadrina un poeta
Pues fiel a ti será.
Su sinceridad, con palabras mostrará.

El poeta poco necesita.
Vivir y poco más.

Tiempo, vida.
Nada más.

Apadrina un poeta
Haz de este mundo
Un lugar hermoso
En donde poder sentir.

Apadrina un poeta
Pues él por ti
Abrirá las puertas

De lo bello
De lo oscuro

De lo tierno
De lo duro

Apadrina un poeta
Pues él no te venderá
No busca riqueza
Ni montañas de dinero.
No busca poder
Ni arengar masas

El poeta necesita vivir.
Recordar así, que en este mundo
Aún es posible sentir.  

miércoles, 4 de septiembre de 2013

PALABRAS



Traigo conmigo, palabras.
A veces deseadas
A veces odiadas.
Algunas olvidadas.

Palabras.
Palabras que me ayudan
Palabras que me persiguen
Palabras que me seducen.

Palabras, mi amada.
Necesito entenderme
Necesito que me entiendas.

Si no tuviese mis palabras.
No podría explicar
No podría explicarte
No podría explicarme.
No podría.

Palabras.
Que ahogan miedos.
Que rememoran pasiones.
Que escriben nuevos guiones.

Palabras
Que estrujan corazones.
Que comprimen los pulmones.
Que matan sueños.

Palabras
Amigas del poeta

Enemigas del paleta. 

lunes, 2 de septiembre de 2013

Camino a la Felicidad. CAPITULO VI- Fuera complejos.

Camino a la Felicidad
Capítulo VI- Fuera complejos

Los complejos son un lastre que merman nuestra confianza y nuestras virtudes.  Existen complejos de todos los colores, olores y gustos.  Muchas personas se acomplejan con sus defectos, perdiendo así el buen camino a la felicidad.

Personalmente soy bajito y muy delgado. Desde muy pequeño mi altura siempre fue por debajo de la media de mi edad. Pero nunca dejé que esto me acomplejara.
Rápidamente comprendí que no existía nada inalcanzable. Por muy alto que estuviese, siempre podría alcanzarlo.

 Recuerdo que en el colegio tiraban mis tenis al otro lado del muro. Pensaban que como era bajito, nunca daría subido y que no podría cogerlos. Pero se equivocaban. Aprendí que apoyándome en la canasta alcanzaba el alto del muro. Y así, podía recoger mis tenis.

Otra cosa que me frustraba eran las estanterías o los altos de los armarios. Pero como buen macaco escalaba, trepaba o me subía a cualquier lado. Eso hacía que de un defecto hiciese una virtud. Pues me di cuenta que podría superar o alcanzar lo que quisiese. Es más, cada vez que trepaba o cogía algo de un alto me sentía supercontento y feliz. Me hacía sentirme orgulloso de mi mismo.

Como ya os dije; soy bajito y delgado. Mis brazos son como dos fideos. Ese músculo superdesarrollado… como que no existe. Pero eso no quita que sea capaz de transportar pesos. Es más aprendí varios trucos para llevar el mismo peso que cualquier otro. Era sencillo, ayudarme o bien de algún objeto o de mi paciencia. Y como no, del resultado del esfuerzo y la  superación nace la felicidad. También me di cuenta, que mis brazos fideos son especiales para meterlos en cualquier estrechez. Pudiendo así alcanzar sitios que para otros resultan imposibles.

Es por eso, que os digo: “Que fuera complejos. Que arriba las virtudes y el buen saber.” Porque el que quiere ser feliz. El que quiere conocer la felicidad. Ha de sentirse a gusto consigo mismo. Debe sonreírle a la vida, y a si mismo.