El que no tiene
cicatrices, no debe decir.
Que ha vivido.
Y mucho menos pensar
Que ha aprendido.
El que camina, no
sólo hace camino.
Sino que desgasta su
calzado.
Cansa sus pies
Y erosiona sus
rodillas.
El que sonríe, no
sólo alimenta su alma.
Arruga su piel.
Remarca su rostro,
Con expresiones de
tiempos mejores.
El que observa, no
sólo disfruta del mundo.
Cansa sus ojos,
Secándolos, dejándolos
expuestos
A la ceguera eterna.
¡Tristes marionetas
somos!
Vivir nos cuesta la
vida.
No hacer nada, perderla.
Uno de los poemas más hermosos que he leído este año...
ResponderEliminarMuchísimas gracias!! Espero conseguir crear más y mejores poemas. gracias por tu visita y comentario
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