Mi cama fría se ríe
de mí.
Me tortura con
recuerdos.
Me tortura con
sentimientos.
Y yo, idiota de amor.
Me entristezco.
Pienso que los buenos
tiempos terminaron.
Pienso que el cariño
me es esquivo.
Y mi alma, torturada
por la soledad.
Llora.
Llora porque le es
más sencillo.
Más fácil que
comprender.
La distancia sólo es
sombra del corazón.
La distancia sólo es
excusa del perdedor.
Y aunque este Loco
Soñador pierde batallas.
No se rinde a la
vida.
No se rinde al
destino.
Porque el destino lo
escribo yo.
No con palabras.
No con tinta.
Sino con esos actos
imperfectos.
Que dan forma a mi
manera de vivir.
Esos que me llevan a
equivocarme.
A reconstruirme cada
vez que mi alma revienta.
Revienta porque
pierdo.
Me equivoco.
Fracaso.
Tengo miedo o me
siento solo.
Mas como dijo el sabio;
Mientras exista tiempo, existe oportunidad.
Mientras quede la más
mínima posibilidad.
Lucharé, aprovecharé
cada último de los alientos.
Y cada vez que mis
ojos se crucen con los tuyos.
Sonreiré.
Pues serán esos los
recuerdos.
Que me ayuden a
superar.
A esa cama fría que
se ríe de mí.
Sólo por dudar.
Sólo por no pensar
con claridad.
Pues aunque mis ojos
no te vean.
Mi corazón sigue
latiendo fuerte.
Sigue latiendo
fausto.
Sólo con imaginarme
tu rostro.
Sólo con pronunciar tu nombre
.
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