Palabras por el mundo

lunes, 30 de julio de 2012

MARATÓN


El maratón en la actualidad es una carrera de unos 42 km. Como no, es una de las pruebas olímpicas que se celebran estos días. Pero el origen del maratón nace en la Antigua Grecia.
Filípedes un soldado griego recorre 240km aproximadamente en tres días. Su intención es pedir ayuda a los espartanos. Puesto que el pueblo de Atenas se ve envuelto en una batalla con los persas. Aunque la ayuda  le es denegada. Filípedes vuelve  a Maratón (ciudad en donde se celebra la batalla) al llegar descubre que el ejercito persa es vencido.  Tal era su júbilo, que Filípedes recorre otros 40 km. Los kilómetros justos que separaban Maratón de Atenas. Al llegar nuestro héroe,  muere.


¿A donde quiero llegar? Filípedes no era un soñador, pero sí un loco. Y como loco que soy… Pues que se le coge cariño. Nuestro héroe recorrió 40km con ilusión, con cariño. Con la alegría del que se siente afortunado. Fausto por la victoria, corrió y corrió. Hasta que su vida, se escapó. Hoy en día es distinto, esto de la maratón. Las personas que los corren no sólo se preparan  físicamente, sino mentalmente. Correr un maratón es superarse a si mismo. Demostrase que puedes afrontar un reto de tal calibre. Y como no, disfrutarlo.

Filípides lo corrió con alegría, lo disfrutó y lo saboreó. Actualmente el que lo hace; lo disfruta, lo saborea. No soy un gran corredor, ni creo que esté preparado para correr un maratón. Y aún menos terminarlo. Pero también sé, que la vida (Esto que vivimos; que nos disgusta, que nos alegra, que nos entristece, que nos hace sentir mal, que nos hace ser nosotros mismos, bla, bla bla) es un maratón, una carrera contra el tiempo. Ese tiempo que nos hace viejos. Nos debilita el cuerpo e entristece nuestra alma. Un maratón es la vida. Porque por mucho que nos digan que sólo dura tres días, eso es mentira. Dura lo que dura. El que tiene suerte vive cien años de alegría. El que tiene menos suerte setenta y con más pena que gloria. Y el desafortunado, ese no se percata que vive. Se le pasa el tiempo y no lo llega a disfrutar. Piensa que el mundo está en contra de él. Piensa que sólo existen sus problemas, y estos son los más importantes. Piensa que la vida es aburrida, no sonríe y su alma se apaga.

Por eso, este Loco aquí presente. Este Loco,  preparará sus piernas para que estén fuertes. Cuidará sus pulmones y mantendrá su mente despierta y centrada. Porque pienso estar preparado para recorrer este maratón de vida. Este maratón de vida como hizo Filípedes, con alegría y con decisión.  Para que cuando yo llegue a mi meta,  me encuentre con la señorita muerte. Yo pueda sonreírle a la cara. ¿Te apuntas? 

No hay comentarios:

Publicar un comentario