Con la candidez que
mi pluma recorre el papel.
Yo quiero recordad la
suavidad de tu piel.
Hacerte mía otra vez.
Demostrarle al Dios
del cielo
Que estas manos no se
olvidaron de tocar.
Que siguen estando
vivas, que quieren jugar.
Volver a hacer de la
noche día.
Recorrer las horas
con el descaro
De un nuevo amante.
Ese que por primera
vez monta el cielo
Y lo hace suyo.
Amante amado que
descubre en un cuerpo,
La tierra prometida.
El sueño de la carne,
carne de pasión.
Pasión desbocada que
nos unirá
Sin pedir nada a
cambio.
Dura batalla de dos
fieras embravecidas.
Que combaten sin
desgaste
Por un solo objetivo.
El tenerte a mi lado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario