Llega la hora del dormir. Llega la hora del descanso, de un
cuerpo y mente que deben descansar. Llega pero no llega. Mi mente se alía con
el sueño en un juego perverso, para hacer que mi ser no descanse. Extraña sensación
de cansancio e insomnio. Mi gozo en un pozo al intentar dejar este mudo e embarcarme
en el profundo placer del dormir.
Una mente inquieta
que a la hora de dormir comienza a jugar. Juega con el pudo ser y no fue. Juega
con el me gustaría y se quedó sin ser. Juega
y juega. Y yo desvelado me desespero en el intento de descansar. Así transcurre una noche, así transcurren las
noches.
Pero todo cambia cuando tú mi reina, a mi lado estás. Pues tú
eres mi fuente de tranquilidad. De tu cuerpo nace el sosiego, el calor de la
paz. Paz que obtengo, cuando tu cuerpo conmigo está. Pues mi mente ya no juega.
Ahora sueño, es sueño de verdad. Contigo la
felicidad de poder descansar. Contigo el calor del descanso, descanso de
verdad. Pues eres tú mi tesoro, lo que eclisa todos los miedos. Lo que hace que
este Loco soñador, pueda soñar en el verdadero tiempo de soñar. Pues contigo mi
vida, ya no tengo que soñar de día, puedo soñar de noche. Puedo soñar de
verdad.
Y soñando yo despierto. Al poder verte, al poder tocarte. Sentir
que comienza un nuevo día con total tranquilidad. Y soñando yo despierto. Con total
felicidad, al poder reflejarme en los ojos que me dan ese pedacito de
tranquilidad.
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