Nunca fue castigo
Besar tus labios.
Nunca estuvo
prohibido
Tocar tus manos.
Nunca me siento
perdido
Cuando tú, estás a mi
lado.
Y aunque por mí
No han pasado cien años.
Sosegada se ha vuelto
mi alma.
La locura ya no busca.
Ni la noche deseada.
Ahora me siento en
paz.
Atrás he dejado
Las noches de mil
batallas.
Las horas de guerra
La pasión más perra.
Los besos con sabor a
alcohol
Que retornaban en
resaca.
Ahora me siento en
paz.
Y digo: ¡Hola!
Al despertar
Al principio y al
final.
A las sonrisas cómplices
Al respirar tranquilo
Sabiendo que nada
Ha quedado atrás.
Nunca fue castigo
Besar tus labios.
Y aún menos estar a
tu lado.
Que el destino hile
fino
Pues yo quiero estar
contigo.
CUANDO UN BESO ES DESEADO
ResponderEliminarExcelente poesía, hermoso dejar "los besos con resaca" por los frescos besos del verdadero amor. Saludos
ResponderEliminarEse concepto de los besos con resaca me ha gustado mucho. Será porque son los que me tocan, no sé. Un saludo.
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